Re-conectar con tu lado divertido y rescatar ese niño interior que todos llevamos dentro tienen grandes beneficios y super poderes. Te encontrarás viviendo con intensidad e inspirando a muchos a atreverse a divertirse también.
Un día le dije a una amiga que pasaba por un momento de depresión por que se habían mezclado problemas personales con problemas profesionales que hiciera un ejercicio simple, pero super mágico. Tu puedes hacerlo y experimentar que te sucede. Le dije, cierra los ojos y piensa en que te encantaba hacer y disfrutar cuando niña. Que te hacia sonreír, disfrutar a plenitud y sentirte libre. Recuerda ese momento y vívelo una vez más. Le dije que le avisaría cuando iba a abrir los ojos. Tan pronto vi una sonrisa asomarse le dije, ok abre los ojos y cuéntame que viste. Super emocionada me dijo, ¡Correr bicicleta! Eso me encantaba y me hacía sentir libre y feliz. Entonces le dije sería ideal que pudieras volver a hacerlo. Para mi sorpresa, no lo pensó y como a los tres días estaba buscando comprar una bicicleta. Así lo hizo y comenzó a correr bici como una forma de divertirse y volver a sentir esas emociones. Le ayudó mucho a relajarse y ver las cosas de otra manera. Eventualmente sobrellevó sus problemas de forma armoniosa y relajada.
En mi libro “9 Rutas para iluminar días nublados” le dedico un capítulo a reconectar con nuestro niño interior utilizando nuestras fotos de cuando éramos pequeños. Ese ejercicio es maravilloso porque nos vemos a los ojos, y recordamos esa alegría natural que tienen los niños que no depende de nada ni de nadie. Y esa es la meta de ese ejercicio.
El problema
Si, la crisis comienza cuando comenzamos a crecer y a dejar ese niño interior a un lado. La vida ajetreada no nos deja tiempo para las cosas que disfrutábamos. Ya no hay tiempo. Peor aún, cuando pensamos que esas cosas de niños ya no deberíamos como adultos seguir disfrutándolas. Como pintar libros y dibujar, correr patines o patineta, hacer chistes, vestirse con colores atrevidos, conversar largamente con los niños, jugar video juegos, tener por algún lado de la casa o el carro esos peluches o personajes que te hacían disfrutar historias, salir a caminar descalzos por la grama o la arena, tirar bolitas de papel en el zafacón como si fuera baloncesto, y así por el estilo mil cosas que pueden ser tontas. Tener una reunión sentados en la grama en lugar de una mesa de conferencia en una oficina, pintar una de las paredes de tu oficina color roja, verde neón, rosado, violeta o naranja. ¿Por qué no?
Hoy día esta muy de moda que empresas como Youtube, Google, Facebook y demás tengas áreas específicamente de juegos. Esto es sumamente importante para ellos porque saben que si sus empleados pueden tomar tiempo para jugar podrán relajarse, conectar mejor entre ellos, sentirse que están como en casa y eso hace que tengan más productividad, mas ideas y mejor ambiente. Recuerdas cuanto tenían que decirte “nos vamos ya” cuando estabas en un lugar super divertido en tu niñez. Pues es lo mismo de adultos cuando estamos en un espacio que nos divierte y cuando estamos haciendo proyectos que nos divierten. O quiere decir que no tengas proyectos retantes, pero que te diviertan es posible a pesar de eso.
Un balance
La calve está en que puedas ver cómo lograr divertirte, sentir satisfacción con lo que haces y a la misma vez procurar tener un espacio que te recuerde y te brinde la oportunidad de divertirte, aunque sea en lapsos cortos. También vas a saber que estás en el equipo correcto si la mayor parte del tiempo hay chistes, alegrías y buen humor, pero del bueno, del que te da energía no del que te la quita.
Cuando las personas ven mi libro muchas veces piensan por la portada que es para niños. Y yo les digo, sí es para el niño en tu interior, para rescatarlo.
Está probado que las personas que buscan el tiempo para divertirse tanto en sus casas, con su familia y con sus trabajos son más felices.
Walt Disney utiliza su parque de diversiones como una forma de educar mientras te diviertes. Por eso cada una de sus atracciones educa sobre la electricidad, sobre los países, sobre las invenciones, sobre la historia, etc.
Si tienes hijos y críticas tanto tiempo que pasan jugando sin compartir contigo, quizás es hora de que tú compartas con ellos y te sientes a jugar y disfrutar. Verás cómo disfruta explicando el juego y como pueden hasta convertirse en los mejores amigos.
Verás como si te diviertes en tu oficina podrás querer ser más productivo, tener mejores y ideas y mejorar las relaciones de trabajo y transformar el ambiente.
Ahora, diviértete, vive mejor y eleva tu calidad de vida.
Carpe diem.
Karmen Olmo